Blefaroplastia superior
Se centra en el párpado superior y consiste en la extirpación de la piel sobrante, que puede llegar a caer sobre las pestañas o dificultar la visión. Es una de las técnicas más comunes cuando se busca abrir la mirada y eliminar el efecto de «párpado caído».
Blefaroplastia inferior
Está indicada para tratar las bolsas y el exceso de piel en los párpados inferiores. Esta técnica ayuda a suavizar las ojeras y mejorar el contorno inferior del ojo, logrando un aspecto más fresco.
Blefaroplastia transconjuntival
Se realiza a través del interior del párpado inferior, por la conjuntiva, sin necesidad de hacer incisiones externas visibles. Esta técnica es especialmente útil para eliminar bolsas de grasa sin dejar cicatrices en la piel.
Blefaroplastia subciliar
En esta variante, la incisión se realiza justo por debajo de las pestañas inferiores, lo que permite acceder al exceso de piel y/o grasa. Al tratarse de una zona muy fina y poco visible, la cicatriz resultante es casi imperceptible.
La blefaroplastia suele realizarse con anestesia local y sedación, aunque en algunos casos puede requerirse anestesia general. La intervención puede durar entre 45 minutos y 2 horas, dependiendo del tipo de procedimiento y si se tratan ambos párpados, superiores e inferiores.
Durante la cirugía, el cirujano realiza incisiones cuidadosamente planificadas para eliminar o redistribuir el exceso de piel, grasa o músculo. En el caso de técnicas como la transconjuntival, se accede a través del interior del párpado, lo que evita cicatrices externas visibles. Una vez realizada la corrección, se cierran las incisiones con suturas muy finas.
La recuperación tras una blefaroplastia suele ser rápida y bien tolerada. En los primeros días es normal experimentar inflamación, hematomas leves y sensación de tirantez en la zona tratada. Estos síntomas suelen disminuir progresivamente durante la primera semana.
Se recomienda aplicar compresas frías, mantener la cabeza elevada al dormir y evitar esfuerzos físicos intensos durante al menos una semana. Las suturas externas, si las hay, se retiran generalmente entre el quinto y séptimo día postoperatorio.
La mayoría de los pacientes pueden retomar su actividad habitual en una o dos semanas, aunque los resultados definitivos se aprecian después de unas pocas semanas, cuando la inflamación ha remitido completamente.