El bótox es un tratamiento médico estético que actúa relajando de forma temporal los músculos responsables de las arrugas de expresión. Gracias a esta acción, la piel luce más lisa, joven y descansada, sin perder naturalidad.
Es un procedimiento seguro, rápido e indoloro, que no requiere tiempo de recuperación. Los resultados comienzan a notarse a los pocos días y se estabilizan en un plazo aproximado de dos semanas.
A diferencia de lo que muchos creen, el bótox no congela el rostro. Bien aplicado, mantiene la expresividad y la armonía facial, aportando un aspecto fresco y natural.
Además de su uso estético, el bótox también tiene beneficios clínicos. Puede mejorar la calidad de vida en casos de bruxismo o migrañas crónicas, al aliviar la tensión muscular en las zonas tratadas.